Xenakis - Metastasis: Una Odisea de Sonidos Brutales y Texturas Etéreas

La obra “Metastasis” del compositor griego Iannis Xenakis, creada en 1953-54, se destaca como un faro en la vanguardia de la música electroacústica. Su audacia sonora y su carácter experimental la han convertido en una pieza fundamental del repertorio contemporáneo, desafiando las convenciones tradicionales y explorando nuevas dimensiones de la expresión musical.

Iannis Xenakis (1922-2001) fue un compositor, arquitecto y ingeniero griego cuya obra transcendió los límites disciplinarios. Su formación en arquitectura influyó profundamente en su música, dotándola de una estructura precisa y una complejidad espacial que evoca la construcción sonora. Durante la Segunda Guerra Mundial, Xenakis se unió a la resistencia francesa y sufrió heridas graves, lo que le obligó a pasar largos periodos en hospitales. Esta experiencia traumática marcó su visión del mundo y alimentó su deseo de crear música radicalmente diferente.

Tras la guerra, Xenakis estudió composición con Olivier Messiaen, uno de los compositores más influyentes del siglo XX. Sin embargo, pronto se apartó del lenguaje musical tradicional y comenzó a experimentar con nuevas técnicas, como la música concreta y la aleatoriedad. Su interés por las matemáticas y la acústica lo llevó a desarrollar un método propio de composición basado en fórmulas matemáticas y algoritmos.

“Metastasis”, compuesta para orquesta de cuerdas y cinta magnética pregrabada, ejemplifica la visión única de Xenakis. La pieza se estructura en un único movimiento continuo que dura aproximadamente siete minutos. El sonido es denso y complejo, lleno de texturas agudas, ruidos metálicos y efectos electrónicos inquietantes.

La partitura de “Metastasis” no se basa en una melodía tradicional ni en un desarrollo armónico definido. En cambio, Xenakis utiliza una técnica llamada “glissando”, donde los instrumentos ejecutan deslizamientos cromáticos rápidos y abruptos, creando un efecto de tensión constante. Los instrumentos de cuerda tocan simultáneamente diferentes alturas, generando clusters sonoros densos y disonantes. La cinta magnética introduce sonidos pregrabados que se mezclan con la música en vivo, amplificando la sensación de caos y energía.

La interpretación de “Metastasis” requiere una gran precisión técnica por parte de los músicos. La sincronización entre la orquesta y la cinta magnética es crucial, ya que la música se desarrolla a un ritmo vertiginoso. El desafío reside en mantener la coherencia sonora a pesar del carácter caótico de la pieza.

“Metastasis” es una obra que desafía al oyente. No busca la belleza tradicional ni la armonía melódica. En cambio, ofrece una experiencia sonora intensa y visceral, una exploración radical de los límites del sonido y la percepción musical. Su carácter experimental y su impacto en la historia de la música electroacústica la han convertido en un clásico indiscutible.

Si te atreves a aventurarte en este territorio desconocido, “Metastasis” te sumergirá en un mundo donde los sonidos se transforman en entidades abstractas, desafiando tus expectativas y expandiendo tus horizontes musicales. Prepárate para una experiencia única, una odisea sonora que te dejará sin aliento.